Horas que el alma llora
Que busco ahora para volver
Lejos, están muy lejos
Como reflejos del tiempo aquel
Apenas mi recuerdo las evoca
Vuelvo a ver
La dulce calle del ayer
Pero lo que yo quiero
Volver a cero, no puede ser
El corazón
Se iluminó en una esquina
Mi caserón
Mi techo azul de gilcinas
Confabular
De quinceañeros domingos
Para matar
Al once bravo del gringo
Salir a caminar
Por la barriada
Cargar con el final
De algún farol
Y acomodar
El tango aquel en la boca
Para nombrar
A la que esquiva y provoca
Azul marino el callejón
Dorada la ilusión
Vivir para después